domingo, 13 de diciembre de 2015

CÓMO GESTIONAR CON ÉXITO UN EQUIPO Y NO MORIR EN EL INTENTO



Tanto si eres un entrenador novato como si ya “tienes el culo pelao”, como decía Luis Aragonés, una de las cosas que casi con toda seguridad primero te planteas es: ¿cómo voy a gestionar a mi (nuevo) equipo esta temporada? ¿Sabré hacerlo para conseguir el mayor éxito posible?

A lo largo de una temporada sabes que debes gestionar muchísimos aspectos. Programas mesociclos y microciclos; preparas entrenamientos; grabas partidos; etc. Y fuera de estos aspectos deportivos e íntimamente relacionados con ellos, la gestión de las personas se antoja fundamental a la hora de que puedas llevar a buen puerto a tu equipo.

Por todas estas cosas y muchas más, poder gestionar con éxito un equipo es uno de los mayores retos a los que te vas a enfrentar cada día.

A partir de este momento, quiero darte a conocer algunas pautas que puedes usar para poder gestionar con garantías de éxito a tu equipo, creando un clima que te permita enseñar y formar a tus jugadores con las mejores garantías.

¡Venga, que empiezo!

Esto es lo que necesitas para gestionar un equipo.

Seguro que si preguntas a nuestro amigo google ¿qué necesito para gestionar un equipo?, te saldrán algunas decenas de miles de entradas en las que poder informarte.

Lo que yo te planteo en este post es uno más de esos métodos que a mí, como entrenador, me está sirviendo después de muchos años entrenando.

Te propongo tres aspectos fundamentales para una correcta gestión de tu equipo.

1. Control del grupo humano con el que trabajas.
Si no controlas a tus jugadores no hay avance posible. Por tanto, tendrá que convertirse en una de tus prioridades. No quiero que pienses que, en este caso, hablo del término control desde una perspectiva negativa, sino que lo veo fundamental para poder llevar a cabo cualquier proceso relacional con tus jugadores.

Para conseguir ese control tienes que fijar límites. Para ello tienes que organizar una reunión a principio de temporada (o cuando sea necesario) con tus jugadores para elaborar cuáles van a ser las normas del equipo.

NUNCA seas tú el que impone dichas normas, puesto que entonces tus jugadores no las verán como suyas. Y si no, piensa cuando te imponen una norma a ti y que debes cumplir, pese a no estar de acuerdo.

Adáptate a las edades de tus jugadores, guíales si es necesario, pero esa fijación de los límites y normas del equipo debe ser conjunta.

La elaboración de las normas en un equipo da para otro post pero, a modo de resumen, te doy algunas pautas para su elaboración:

-        Evita la palabra NO en la redacción de las normas. Prohibir provoca deseo… y lo sabes (jejejeje)
-    Las normas tienen vida. Algunas “mueren” y otras “nacen” a lo largo de la temporada. Las normas no son inamovibles para siempre.
-         Mejor pocas normas y asimiladas que muchas y diluidas.
-         Que no se te olvide que cada norma tiene que tener sus “consecuencias” en caso de no cumplirla.

2. Relaciones intrapersonales e interpersonales.
Nunca va a existir una buena gestión de tu equipo si no hay una buena gestión personal. Dicha relación tiene que ver con la gestión de las emociones.

Para ello tienes que tener en cuenta ciertos aspectos, como los que te voy a explicar a continuación.

No puede haber una buena gestión del equipo si no existe un conocimiento por parte de todos los componentes de tu equipo. Es decir, los jugadores tienen que saber quiénes son ellos, como les ven el resto de compañeros y el entrenador, quién es el entrenador, etc.

Desde mi punto de vista se trata de uno de los retos fundamentales a los que nos enfrentamos todos los entrenadores.

Una buena forma de trabajar el autocontrol y autoconocimiento es a través de dinámicas de grupo. Como por ejemplo ésta que te resumo a continuación:

-         Cada jugador tendrá una tarjeta como esta. Poniendo su nombre en cada parte y solo rellenando la parte de ¿cómo soy? con tres adjetivos:


-        Después reparte las tarjetas (dobladas por la mitad para que no se vea lo que han puesto en el apartado ¿cómo soy?) de forma aleatoria, teniendo en cuenta que a cada jugador le tiene que tocar una tarjeta que no es la suya. Entonces rellenan el apartado ¿cómo me ven? Donde tienen que poner tres adjetivos del compañero que le ha tocado.
-      Posteriormente se devuelve a cada uno su tarjeta y se les da un tiempo breve para que comparen las dos partes.
-       Por último se hace una reflexión entre todos donde pueden aparecer preguntas como:
o       ¿Coinciden los adjetivos de ambas caras del papel?
o       ¿Qué he sentido cuando he leído los adjetivos que han escrito sobre mí?
o       ¿He aprendido algo nuevo sobre mí?
o       ¿Volvería a escribir los mismos adjetivos ahora?
o       ¿Me conocen mis compañeros? ¿Y yo a ellos?

Tampoco puede haber buena gestión en tu equipo si no se practica la Asertividad. La asertividad es el equilibrio entre ser agresivo y ser pasivo. Todos tenemos que ser capaces de trasmitir nuestras opiniones sin humillar pero también sin ser sumisos. Aprendiendo a decir NO cuando creamos oportuno pero siempre de forma educada y justificada. Además, fundamental para ser asertivo es escuchar a la otra persona. ¿Verdad que te sientes mejor cuando sabes que te están escuchando?

Esencial también que comuniques a todos tus jugadores cual es su rol dentro del equipo. Si todos saben cual es su función, la gestión del equipo será mucho más llevadera.

Y por último, saber comunicarte con tus jugadores y que sepan hacerlo entre ellos, es imprescindible para ser un buen gestor. Para ello te doy algunos consejos:

-       No inicies ninguna conversación si tú o las otras personas estáis alterados.
-       Nunca juzgues antes de escuchar a la otra persona.
-       Habla el mismo lenguaje. Adáptate a la edad de tus jugadores.
-       Elige un buen momento y un buen lugar para iniciar la conversación.
-       Fomenta el uso de preguntas abiertas, es decir, que favorezcan una respuesta que no sea sí o no.

3. Entender qué es el rendimiento.
Pese a todo lo que te he contado hasta ahora, al final, el rendimiento deportivo se convierte en la base para una buena gestión del equipo. Si se gana, todo irá bien. Si se pierde, aparecerán los problemas.

Por rendimiento me refiero más a un aspecto individual que colectivo. Es decir, que cada jugador aprenda lo máximo posible dentro de sus posibilidades. Esto inevitablemente va a aumentar también el rendimiento global de tu equipo.

Si te pregunto que qué entiendes por rendimiento, seguro que al final siempre aparecerá la palabra éxito, ¿verdad?

Pero ahora te pregunto. ¿Qué entiendes tú por éxito en un equipo?

¿Me comprarías esta definición? El éxito es la consecuencia de lograr ser un buen equipo, habiéndonos convertido en mejores personas.

Y ser buenos jugadores y buenas personas pasa por:

-         Tienes que hacer ver a tus jugadores la diferencia entre la actitud con él mismo y la actitud con el equipo. Si algunas de las dos faltan, no habrá éxito.
-  Si no les das un motivo y les incitas a que lo lleven a cabo (motivo+acción=motivación), no habrá mejora.
-     Debes captar la atención de tus jugadores para que empiecen a creer en ti (puedes leer mi post sobre la fórmula para que tus jugadores te sigan).
-         Incúlcales el respeto como forma de ser. Hacia ellos mismos, hacia ti, hacia los rivales, hacia el árbitro/juez, hacia la afición, etc.
-         Enseña a tus jugadores a ser resilentes. La resilencia es ser capaz de superar las adversidades para hacerte más fuerte.

Si has llegado hasta aquí te habrás dado cuenta de que para gestionar un equipo, es necesario algo más que saber preparar entrenamientos o programar.

Tienes que ser consciente de que se trata de todo un reto, así que…

¿Te atreves a aceptar este reto?


Me encantaría saber qué haces tú para gestionar de forma eficaz a tu equipo. No te cortes, y escribe en los comentarios.

jueves, 3 de diciembre de 2015

6 PASOS PARA MEJORAR TU IMAGEN COMO ENTRENADOR



Al releer el último post que escribí hace unas semanas sobre la existencia de diferentes tipos de entrenadores, entre ellos el entrenador cooperativo (puedes leer ese post pinchando aquí), decía que la mayoría de las veces, la imagen que tenían de nosotros desde fuera (los jugadores, la afición, los medios de comunicación…), coincidía realmente con cómo éramos de verdad.

Entonces me surgieron las siguientes preguntas:

¿Somos conscientes de la imagen que creamos de nosotros mismos?

¿Sabemos vender una buena imagen de nosotros?

¿Se promocionan los entrenadores para conseguir ocupar un puesto mejor? ¿Cómo lo hacen?

Piénsalo bien. ¿No somos un producto y como tal, queremos/debemos vendernos?

Tenemos una filosofía que queremos vender a nuestro equipo. Queremos que nuestros jugadores nos vean como buenos entrenadores. Nos gustaría tener buena imagen ante la afición.

Y ahora te pregunto, ¿Tienes un plan de marketing personal?

Si no sabes de lo que hablo o te gustaría tener un plan de marketing personal que te ayude a conseguir ser mejor entrenador, sigue leyendo. El éxito está a la vuelta de la esquina…

Tener un plan de Marketing Personal hará que te sientas motivado y te ayudará a alcanzar las metas que te propongas.

Sigue estos 6 pasos  y diseña tu Plan de Marketing Personal para ser mejor entrenador.


1) Define tu misión


Tu declaración de misión debe responder a dos preguntas:

¿Quién soy yo como entrenador?

¿Qué acciones tengo que realizar para lograr mis metas y objetivos?

Visualiza cómo quieres que te vean dentro de un par de años y no repares en detalles. ¿Cómo te sientes? ¿Cómo te ven tus jugadores? ¿Qué éxitos has logrado? ¿Cómo influyen en tu entorno esos resultados?

No tengas miedo y piensa en grande. Mírate como un gran entrenador de una gran Liga, el mejor de tu país, un referente reconocido dentro de tu deporte.

2) Analiza tus puntos fuertes y débiles


Este punto es importante porque te ayudará a descubrir qué se te da bien y las áreas donde puedes mejorar como entrenador.

Esto hará que te alinees mejor con tus valores y conectes mejor con tus jugadores. Sacarás a la luz las habilidades que te hacen diferente y podrás trabajar aquellos aspectos en los que menos destacas.

Para evaluar tus puntos fuertes, echa la vista atrás y mira qué experiencia tienes, cuántos equipos has llevado, qué nuevas habilidades has aprendido de cada uno de ellos, cuál ha sido tu carácter a lo largo de estos años, etc.

Estos valores te ayudarán cuando empieces a promocionar tu Marca Personal.  

3) Define tus objetivos


Sin un objetivo claro que sea real y alcanzable, olvídate que tu plan de marketing personal pueda funcionar.
 
Pero, ¿sabes definir objetivos? Sí, todos sabemos que un objetivo es algo que queremos conseguir, pero ¿sabes que características deben tener?

Todo objetivo para que sea definido correctamente debe seguir las características SMART

Specific (específico): el objetivo debe estar claramente definido.
Measurable (medible): tienen que poder medirse de forma numérica.
Achievable (realizable): tiene que ser un reto alcanzable.
Relevant (relevante): lo suficientemente importante como para mantenernos motivados.
Time framed (limitado en el tiempo): tiene que tener una fecha límite para conseguirse.

Ahora, coge lápiz y papel o ponte a escribir en tu ordenador y de acuerdo a las metas que hayas elegido para potenciar tu Marca Personal (como te veías dentro de un par de años) desarrolla una lista con aquellos objetivos que vas a poner en marcha durante los 6-12 próximos meses.

Por ejemplo: Si la meta de tu proyecto de Marca Personal es “Ser entrenador de una selección nacional de base”, tus objetivos deberían centrarse en:
- Aumentar en un 50%  el visionado de videos de partidos y entrenamientos de otros equipos, en los próximos tres meses.
- Realizar dos cursos de formación en los próximos 6 meses.
- Escribir un artículo al mes sobre contenidos de mi deporte en los próximos 12 meses y publicarlos en un blog para entrenadores.

4) Define tu Plan de Marketing Personal


¿Qué tal vas con el proceso? ¿Te sientes ya con una imagen medio definida de ti como entrenador? Venga que seguimos…

El plan será un conjunto de estrategias que vas a elegir para cumplir tus objetivos.  Responde a la pregunta ¿cómo lo quieres conseguir?

Para promocionar y comunicar tu imagen como entrenador, necesitas una estrategia. En marketing se habla de las 5 P´s: Producto (en este caso me refiero al entrenador, como Personas), Precios, Places, Promoción y Post Venta (evaluación).

- Persona: ¿Cómo te vas a comunicar? ¿Cómo vas a actuar? Ten presente que antes de empezar este proyecto de marca personal ya estás emitiendo muchos mensajes. Es mejor que los definas bien, que sean coherentes con tus valores.

- Precios: En lugar de precios vamos a pensar en honorarios ¿Cuánto quieres cobrar por hacer tu trabajo?

-  Places ¿Dónde te conviene estar? ¿A qué sitios vas a asistir para dejar huella? ¿A qué reuniones o eventos te conviene ir para promocionarte? ¿Cuál es tu red de contactos?  Tu red de contactos, en muchas ocasiones es la mejor expresión de quién eres.

- Promoción y comunicación: Todo lo que hagas emitirá información de cómo eres, de cuál es tu marca. Para ello debes ser consciente de cómo quieres darte a conocer. Presencia física, presencia en internet, los entrenamientos que realices, las conversaciones que tengas con otros entrenadores, lo que escribas en tu blog (si tienes uno), etc. Todo forma parte de tu Marca Personal.

Ante todo, la clave fundamental de tu imagen como entrenador está en que seas auténtico. No intentes imitar a nadie y sé tú mismo.

5) Ejecuta las estrategias


Ejecutar es sinónimo de actuar. De nada sirve tener muchas estrategias si se van a quedar plasmadas en un Excel o en un papel sin que luego las llevemos a cabo.


¿Qué acciones vas a realizar de acuerdo a las estrategias que has definido? Cada estrategia debes desglosarla en acciones concretas. No te olvides de ponerte una fecha límite para conseguirla.

6) Mide siempre lo que haces


Si no mides tus esfuerzos, estás perdiendo tiempo. Analizar lo que vas haciendo te permitirá manifestar el compromiso contigo mismo, te permitirá controlar y determinar el éxito del proyecto de imagen personal, para que puedas rectificar a tiempo si las cosas no estuvieran saliendo como lo has planeado.

Pregúntate ¿Estoy logrando los objetivos que he establecido en mi plan de marketing personal? Nunca lo sabrás si no mides.

Y pregúntale también a las personas con la que te relacionas. Sus respuestas serán un gran feedback para tu evaluación. 

¿Estás dispuesto a mejorar tu imagen? ¿Vas a hacer tu plan de Marketing Personal?

domingo, 15 de noviembre de 2015

DECÁLOGO DEL ENTRENADOR COOPERATIVO



Los entrenadores siempre estamos en el punto de mira de todos, incluso de nosotros mismos. Si el entorno es exigente con nuestra labor, nosotros lo somos más. Y tanto por unos como por otros, siempre acabamos etiquetados como un entrenador exigente, duro, facilón, sin carácter, etc.

¿Te ha pasado a ti también? Seguro que sí. Y, ¿se corresponde con como tú eres de verdad? Seguro que también.

Dentro de las diferentes clasificaciones sobre los tipos de entrenadores que existen, en esta ocasión quiero centrarme en el entrenador cooperativo.  Aquel que:
-         Comparte la toma de decisiones con los jugadores, siendo su objetivo principal éstos mismos y dejando como objetivo secundario la victoria.
-         Genera una estructura de trabajo que permite a los jugadores aprender a fijar sus propias metas y a luchar por ellas.
-         Dirige con instrucción directa cuando es necesario, pero sabe cuando debe dejar que los jugadores tomen decisiones y asuman responsabilidades.

¿Te reconoces como un entrenador cooperativo? Si es así, seguro que cumples muchos de los puntos del decálogo que leerás a continuación. Si no te reconoces como un entrenador cooperativo, puede que te sirvan para mejorar tu trabajo diario con tus jugadores. ¡¡Allá voy!!

1. ARRIESGA
Tu labor como entrenador está llena de pasos y caminos por descubrir. Modifica, cuando sea necesario, la estructura de tu equipo y de tu mente para crear nuevos escenarios de aprendizaje y evolución tanto en tus jugadores como en ti mismo. Quien no arriesga no gana.

2. CREE
Todos aquellos que componen tu equipo son diferentes. Creer en las potencialidades que cada jugador posee en su interior te hará mantenerte en un reto constante por sacarlas a la luz, en beneficio del equipo.

http://www.futbolbaseenestadopuro.com/wp-content/uploads/2013/02/motivacion.jpg3. DESCUBRE
En la diversidad de los que te rodean está la fuente de la riqueza para aprender y mejorar. Fíjate en tus jugadores, en tus ayudantes, en tus compañeros entrenadores, en los del equipo rival, en la afición… Siempre se aprende de los demás.

4. PROMUEVE
Entre tus jugadores y tú, espacios que generen confianza, respeto y conocimiento mutuo con el objetivo de crear un clima de entrenamiento y competición adecuado.

5. PIENSA
Las dificultades que te encuentres en el día a día, forman parte del camino hacia tus metas. Enfrentarte a ellas será parte de tu aprendizaje. Con este pensamiento aprenderás a centrarte en la solución y no en el problema.

6. CONFÍA
Tus valores, tus ideales, tu filosofía de juego, etc. son claves para sacar lo mejor de cada uno de tus jugadores y del equipo. Cuando tus jugadores vean que tienes unas convicciones firmes en lo que haces y así lo demuestres, la confianza en ti será absoluta.

7. DESPIERTA
Tu imaginación para poder adaptar tu forma de entrenar a la realidad de tu equipo.

8. PLANIFICA
Tus sesiones para que sean novedosas, divertidas, exigentes, cooperativas, dinámicas, etc. y que además cumplan los objetivos marcados. Antes de improvisar, es bueno tener un plan A y un plan B.

9. OBSERVA
Evalúa los progresos de tus jugadores en su aprendizaje y hazles partícipes de ellos. Diles las cosas buenas que hacen y corrígeles las que necesite mejorar. Guíalos para que sean capaces, por sí mismos, de gestionar su propio proceso.
 
10. COMPROMÉTETE
A ser constante y exigente con tu trabajo. A ser fiel a tus ideas cumpliendo con todo lo que dices y prometes. A tratar a tus jugadores como a iguales. Y en definitiva a cumplir todos los puntos de este decálogo.

¿Con cuántos puntos te sientes identificado?

Si cumples alguno que no aparezca en este decálogo, compártelo con el resto de entrenadores dejando tu comentario.

sábado, 31 de octubre de 2015

5 REGLAS PARA ELIMINAR EL EGO DE TUS JUGADORES



¿Has tenido o tienes jugadores que creen que saben más que tú? ¿Y jugadores que solo buscan su lucimiento personal? ¿Reconoces a los jugadores que creen que sin ellos, el equipo no conseguiría nada? Enhorabuena, tienes a un jugador con un EGO demasiado grande.

Si te has reconocido en alguna de estas preguntas, no dudes en seguir leyendo. Te ayudará a transformar el grupo de jugadores que diriges.

El mundo del deporte está lleno de declaraciones, noticias, acciones, éxitos y fracasos en los que el ego es el protagonista.

Le llamaban el sabio de Hortaleza y dijo esto: "Hasta que no desterramos los egos no fuimos un equipo". Secreto que Luis Aragonés desveló tras alcanzar el Campeonato de Europa de Selecciones de Fútbol en el año 2012.

También Ricky Rubio, jugador de los Minnesota Timberwolves e internacional con España, decía: “En la Selección dejamos los egos aparte. Procuramos no pensar que porque yo he jugado tanto en mi equipo, en la Selección debo jugar esto…”

Pero, ¿qué es el ego?

Yéndonos a una definición de la psicología, el ego es la conciencia del individuo, entendida ésta como su capacidad para percibir la realidad.
Pero en el deporte, cuando hablamos del ego de un jugador, aparece en sentido negativo. Una valoración excesiva de uno mismo, impedirá al jugador tener una percepción correcta de la realidad. Se volverá soberbio, arrogante, sin modestia; y perjudicará gravemente al equipo en el que esté enrolado.

El jugador pasa a ser un jugador conflictivo (puedes leer este post donde hablo sobre ellos), donde solo busca su beneficio personal para mejorar él (puedes leer este post donde hablo sobre ello)

Podríamos decir que el ego es contrario a los valores de un equipo.

Uno de esos valores es la cohesión. Que tus jugadores estén unidos como un equipo, les hará más fuertes. Pero ya sabes que trabajar en equipo no siempre es un camino de rosas, puesto que los egos de los jugadores y el tuyo siempre van a chocar.

¿No te sientes capaz de cohesionar a tu equipo? ¿No sabes cómo capear los egos y las ambiciones de tus jugadores? ¿Te supera el no poder convertir los intereses personales de cada jugador, en un interés común para el equipo?

Entonces, te propongo 5 reglas para que las trabajes, las pongas en práctica y consigas desterrar el ego de tus jugadores para que aporten al equipo

¡Vamos con ellas!

1. Comunícales qué esperas de ellos.
El trabajo en equipo es como pertenecer a una orquesta en la que cada jugador tiene que saber su rol y cómo usarlo en beneficio del equipo, en cada momento. Tanto si es un jugador con pocos minutos como si es el máximo anotador, la primera regla que debes establecer en tu equipo es la función y el cometido de cada uno de sus miembros. En otras palabras, habla con tus jugadores y diles qué es exactamente lo que esperas de ellos. 

2. Trabaja la asertividad.
Antes de que cualquier conflicto se convierta en una guerra, debes hacer entender a tus jugadores que tienen que dar su brazo a torcer en algunas cuestiones y aceptar que no tienen la razón en todo, incluso aunque sepan que la tienen. Por eso, el primer y más importante paso es sentarse a hablar y ser asertivo. Con calma y sin perder los nervios, aunque para ello tengan que morderse la lengua. Que expongan sus puntos de vista y traten de llegar a un punto medio que sea beneficioso para el equipo.
   
3. Incúlcales que el bien común para todos los jugadores del equipo es el propio equipo.
Nadie quiere que los resultados sean negativos y los principales afectados de ésto son los propios jugadores. Por eso deben entender que por más choques que tengan con un compañero o con el entrenador, éstos en realidad no son rivales, sino compañeros que va en el mismo barco. Este argumento debería ser suficiente para que entendieran que a veces es mejor tolerar una opinión o una actitud con tal de mantener el buen ambiente del equipo.

4. Trabaja la empatía.

Todos los miembros del equipo deben ser empáticos y ponerse en el lugar del otro. La idea no es para compartir y asumir su punto de vista sino conocerlo y así poder actuar con mayor acierto y tratar de entender su motivación para hacer lo que hace y de la manera que lo hace.



5. Liberales de la necesidad de ganar o de ser superiores.
A los jugadores con un ego elevado les encanta dividir a los demás entre ganadores y perdedores, entre mejores y peores o entre buenos y malos. Estando ellos siempre en el primer lugar (ganadores, mejores y buenos)
Pero es imposible ganar todo el tiempo. Siempre habrá alguien más rápido, más joven, más fuerte, más listo, con más suerte.
Debes trabajar con tus jugadores que el equipo, al igual que todos los que lo conforman, no son sus victorias.
No existen perdedores, ni peores, ni malos en el mundo del deporte. Todos compartimos el mismo espíritu y todos nos ayudamos a ser mejores cada día. Lo máximo que puede decir un jugador es que determinado día, rindió a cierto nivel en comparación con el nivel de otros compañeros ese mismo día.
Lo contrario de ganar no es perder. Lo contrario de ganar es mejorar. Y así debes hacérselo ver a tus jugadores.


Si has llegado hasta aquí, te doy las gracias y te animo a que compartas el post para que el máximo número de entrenadores puedan comentar sus experiencias

sábado, 29 de agosto de 2015

3 CLAVES PARA GANAR: CABEZA, CORAZÓN Y COJONES



El otro día pude leer un tuit del psicólogo deportivo Pep Mari (@pepmari4) que decía: “Si tenéis que ganar por cojones, ya habéis perdido… 1º. Cabeza para tomar buenas decisiones. 2º. Corazón para persistir en la lucha y 3º. ¡Cojones!”.

Inmediatamente visualicé esa frase en cualquiera de los momentos en los que los entrenadores nos dirigimos a nuestros deportistas: un tiempo muerto, un descanso, un entrenamiento, una charla previa a la competición…

¿Cuántas veces has pronunciado esta frase o alguna similar? “¡¡Vamos, tenemos que echarle cojones!! Y ¿cuántas veces has obtenido resultados positivos después de pronunciarla?

Normalmente sale a relucir esta palabra en contextos como un final apretado de partido, en un inicio de campeonato, ante una mala actitud de nuestros deportistas, etc. situaciones todas ellas generadoras de estrés.

Si te ves reflejado en alguno de estos casos, ¿cómo te repercutió en tu comportamiento? ¿Te pusiste más nervioso? ¿Te vino la inspiración para plantear la acción definitiva para ganar? ¿Chillaste más o estabas tranquilo?

Nuestro cuerpo se prepara para situaciones problemáticas o difíciles, se prepara para reaccionar, se pone en modo alerta. El secreto está en gestionar de forma adecuada la realidad con la que nos encontramos a diario en nuestros deportes. Una mala gestión podría llevarnos a perder el control de nuestras decisiones y contagiárselo a nuestros deportistas.

Pero qué fácil es decirlo y luego qué difícil llevarlo a la práctica, ¿verdad? ¿Quieres gestionar bien las situaciones de juego para ganar? ¿Te gustaría enseñar a tus deportistas a gestionarlas también? Pues atento que seguimos.

Lo que leas a partir de ahora puedes aplicarlo contigo mismo o usarlo para tus jugadores. Serán aspectos que debes trabajar en el tiempo para obtener los resultados deseados.

Para tomar buenas decisiones, es imprescindible captar la mayor información posible de nuestro entorno. A través de nuestros filtros (culturales, deportivos, personales, etc) veremos una realidad. Y sobre esa realidad decidiremos tomar una decisión y convertirla en acción. Así se procesa la información siguiendo el modelo de Marteniuk.

Pero vamos a quedarnos con la primera parte, captar información. ¿Qué tipo de información crees que vas a percibir cuando tienes la vena del cuello hinchada y no paras de gritar a tus deportistas que hay que echarle cojones? ¿Acaso ves más allá de lo malo que se está haciendo? ¿Eres capaz de olvidarte de la decisión controvertida que ha pitado el árbitro?

https://nbcprobasketballtalk.files.wordpress.com/2011/01/phil-jackson.jpgPara todas estas preguntas, PRESENCIA. La presencia es la facultad de ser consciente de lo que ocurre a nuestro alrededor, estar presente en el momento en el que nos encontramos. Imagina poder oír las pisadas de los jugadores, el ruido del balón mientras vuela por el aire, ver los movimientos aislados del rival, sentir como se mueve tu cuerpo…en definitiva tener una conciencia plena.


¿Y Cómo podemos entrenar la presencia?

Phil Jackson (ganador de 11 anillos de la NBA), hacía practicar MEDITACIÓN a sus jugadores durante algunos minutos, antes de salir a la pista a jugar los partidos. Ese equipo era los Chicago Bulls de Michael Jordan, nada más y nada menos. Os recomiendo el libro donde explica esto: “Canastas Sagradas”. Sólo necesitaban ponerse en una posición cómoda, estar en silencio y durante 5 minutos ser conscientes única y exclusivamente de su respiración, conectando con las sensaciones del cuerpo, la postura, las tensiones, etc. Intentando estar presente allí. Con este método conseguía eliminar el diálogo interno de sus cabezas, tranquilidad, descenso del estrés, aumentar la percepción del detalle y la memoria. ¿A que esperas para probarlo?

Las decisiones que toméis estando presente en el momento y lugar en el que os encontréis (entrenamientos y competiciones), serán las mejores que podáis tomar.

Para tomar buenas decisiones es imprescindible, también, tener control sobre nuestras emociones. Todos conocemos situaciones deportivas en las no se tomaron buenas decisiones, debido a la pérdida del control emocional, con peores consecuencias. El cabezazo de Zidane a Materazzi en la final del Campeonato del Mundo de fútbol (https://www.youtube.com/watch?v=FRDpZoJy8PI) o el enfrentamiento de Verdasco con el publico francés en la final del Torneo de Niza (https://www.youtube.com/watch?v=v8aQcPHFOpg), son dos ejemplos claros.

Cuando hay que echarle cojones para ganar, ¿qué emociones y sentimientos aparecen? Miedo, euforia, intranquilidad, optimismo, cansancio, enfado, ansiedad, esperanza...

¿Y Cómo podemos entrenar las emociones?

Mantenernos enfocados en el logro de objetivos sin que las emociones nos traicionen y nos saquen del propio deporte, es una de las cuestiones más difíciles de lograr. Para eliminar estas emociones/sentimientos que nos lastran durante la práctica deportiva, debemos tener en cuenta las siguientes fases:

- TOMA DE CONCIENCIA: Nos encontramos con la situación que va a desencadenar la emoción.
-      ¿QUIERES CAMBIAR? Empezamos a sentir algo… En este momento debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Es esto lo suficientemente importante para hacerme sentir…? ¿Está justificado que me sienta...? ¿Va a mejorar las cosas si siento...?
-   ¿SABES CAMBIAR? Llegamos al punto de carga emocional, es decir, cuando esa emoción generada “explota”. En estos momentos, debemos aplicar la herramienta D.R.O.P: Detente, Respira, Observa, Prosigue…


Ya sabemos como tomar buenas decisiones y sabemos como controlar nuestras emociones. Llegados a este punto, ya podemos chillar a los cuatro vientos ¡¡Cojones!!