sábado, 29 de agosto de 2015

3 CLAVES PARA GANAR: CABEZA, CORAZÓN Y COJONES



El otro día pude leer un tuit del psicólogo deportivo Pep Mari (@pepmari4) que decía: “Si tenéis que ganar por cojones, ya habéis perdido… 1º. Cabeza para tomar buenas decisiones. 2º. Corazón para persistir en la lucha y 3º. ¡Cojones!”.

Inmediatamente visualicé esa frase en cualquiera de los momentos en los que los entrenadores nos dirigimos a nuestros deportistas: un tiempo muerto, un descanso, un entrenamiento, una charla previa a la competición…

¿Cuántas veces has pronunciado esta frase o alguna similar? “¡¡Vamos, tenemos que echarle cojones!! Y ¿cuántas veces has obtenido resultados positivos después de pronunciarla?

Normalmente sale a relucir esta palabra en contextos como un final apretado de partido, en un inicio de campeonato, ante una mala actitud de nuestros deportistas, etc. situaciones todas ellas generadoras de estrés.

Si te ves reflejado en alguno de estos casos, ¿cómo te repercutió en tu comportamiento? ¿Te pusiste más nervioso? ¿Te vino la inspiración para plantear la acción definitiva para ganar? ¿Chillaste más o estabas tranquilo?

Nuestro cuerpo se prepara para situaciones problemáticas o difíciles, se prepara para reaccionar, se pone en modo alerta. El secreto está en gestionar de forma adecuada la realidad con la que nos encontramos a diario en nuestros deportes. Una mala gestión podría llevarnos a perder el control de nuestras decisiones y contagiárselo a nuestros deportistas.

Pero qué fácil es decirlo y luego qué difícil llevarlo a la práctica, ¿verdad? ¿Quieres gestionar bien las situaciones de juego para ganar? ¿Te gustaría enseñar a tus deportistas a gestionarlas también? Pues atento que seguimos.

Lo que leas a partir de ahora puedes aplicarlo contigo mismo o usarlo para tus jugadores. Serán aspectos que debes trabajar en el tiempo para obtener los resultados deseados.

Para tomar buenas decisiones, es imprescindible captar la mayor información posible de nuestro entorno. A través de nuestros filtros (culturales, deportivos, personales, etc) veremos una realidad. Y sobre esa realidad decidiremos tomar una decisión y convertirla en acción. Así se procesa la información siguiendo el modelo de Marteniuk.

Pero vamos a quedarnos con la primera parte, captar información. ¿Qué tipo de información crees que vas a percibir cuando tienes la vena del cuello hinchada y no paras de gritar a tus deportistas que hay que echarle cojones? ¿Acaso ves más allá de lo malo que se está haciendo? ¿Eres capaz de olvidarte de la decisión controvertida que ha pitado el árbitro?

https://nbcprobasketballtalk.files.wordpress.com/2011/01/phil-jackson.jpgPara todas estas preguntas, PRESENCIA. La presencia es la facultad de ser consciente de lo que ocurre a nuestro alrededor, estar presente en el momento en el que nos encontramos. Imagina poder oír las pisadas de los jugadores, el ruido del balón mientras vuela por el aire, ver los movimientos aislados del rival, sentir como se mueve tu cuerpo…en definitiva tener una conciencia plena.


¿Y Cómo podemos entrenar la presencia?

Phil Jackson (ganador de 11 anillos de la NBA), hacía practicar MEDITACIÓN a sus jugadores durante algunos minutos, antes de salir a la pista a jugar los partidos. Ese equipo era los Chicago Bulls de Michael Jordan, nada más y nada menos. Os recomiendo el libro donde explica esto: “Canastas Sagradas”. Sólo necesitaban ponerse en una posición cómoda, estar en silencio y durante 5 minutos ser conscientes única y exclusivamente de su respiración, conectando con las sensaciones del cuerpo, la postura, las tensiones, etc. Intentando estar presente allí. Con este método conseguía eliminar el diálogo interno de sus cabezas, tranquilidad, descenso del estrés, aumentar la percepción del detalle y la memoria. ¿A que esperas para probarlo?

Las decisiones que toméis estando presente en el momento y lugar en el que os encontréis (entrenamientos y competiciones), serán las mejores que podáis tomar.

Para tomar buenas decisiones es imprescindible, también, tener control sobre nuestras emociones. Todos conocemos situaciones deportivas en las no se tomaron buenas decisiones, debido a la pérdida del control emocional, con peores consecuencias. El cabezazo de Zidane a Materazzi en la final del Campeonato del Mundo de fútbol (https://www.youtube.com/watch?v=FRDpZoJy8PI) o el enfrentamiento de Verdasco con el publico francés en la final del Torneo de Niza (https://www.youtube.com/watch?v=v8aQcPHFOpg), son dos ejemplos claros.

Cuando hay que echarle cojones para ganar, ¿qué emociones y sentimientos aparecen? Miedo, euforia, intranquilidad, optimismo, cansancio, enfado, ansiedad, esperanza...

¿Y Cómo podemos entrenar las emociones?

Mantenernos enfocados en el logro de objetivos sin que las emociones nos traicionen y nos saquen del propio deporte, es una de las cuestiones más difíciles de lograr. Para eliminar estas emociones/sentimientos que nos lastran durante la práctica deportiva, debemos tener en cuenta las siguientes fases:

- TOMA DE CONCIENCIA: Nos encontramos con la situación que va a desencadenar la emoción.
-      ¿QUIERES CAMBIAR? Empezamos a sentir algo… En este momento debemos hacernos las siguientes preguntas: ¿Es esto lo suficientemente importante para hacerme sentir…? ¿Está justificado que me sienta...? ¿Va a mejorar las cosas si siento...?
-   ¿SABES CAMBIAR? Llegamos al punto de carga emocional, es decir, cuando esa emoción generada “explota”. En estos momentos, debemos aplicar la herramienta D.R.O.P: Detente, Respira, Observa, Prosigue…


Ya sabemos como tomar buenas decisiones y sabemos como controlar nuestras emociones. Llegados a este punto, ya podemos chillar a los cuatro vientos ¡¡Cojones!!

sábado, 8 de agosto de 2015

"AIDA": LA FÓRMULA PARA QUE TUS JUGADORES TE SIGAN



¿Te imaginas poder transmitir a tus jugadores mensajes irresistibles para que compren tu “producto” sin dudarlo? (Recuerda que tú eres tu propio producto). Venga va, piénsalo al menos durante unos segundos… sería increíble, ¿verdad?

Durante las últimas décadas, profesionales del marketing de todo el mundo han confiado en la fórmula AIDA para conseguir aumentar sus ventas; o dicho de otra forma, obtener numerosos clientes que compraran sus productos y servicios. Perfeccionaban su mensaje de venta hasta tal punto que lograban persuadir a las personas con mensajes: orales, visuales o escritos.

Ahora que llegan las pretemporadas, todos los entrenadores cogemos lápiz y papel (u ordenador) y programamos cómo queremos trabajar con nuestros equipos. Esto es fácil, entendiendo que la formación de los entrenadores de hoy en día, en la mayoría de deportes, es media-alta. Lo difícil es saber transmitir lo que hay en nuestras cabezas a nuestros jugadores, que lo sientan como suyo y lo plasmen en la práctica del día a día.

¿Quieres descubrir en que consiste la fórmula AIDA y cómo puedes adaptarla a tu deporte para beneficiarte con su uso? ¡Estupendo, continúa leyendo!

¿Qué es AIDA?
AAtención: capta la atención de tus jugadores.
I Interés: despierta en ellos interés por la forma de trabajar que propones.
DDeseo: intensifica el deseo que tienen por tu proposición.
AAcción: pídeles que actúen de una determinada manera.

Si en cualquier equipo que dirijas llevas a tus jugadores a través de este proceso, los resultados están garantizados. ¿Te parece sencillo? La verdadera clave está en los detalles, en cómo hacerlo de una forma que sea efectiva y creíble.

Vamos pues a desarrollar uno a uno cada uno de los elementos de la fórmula:

ATENCIÓN
Es el elemento fundamental. Tienes que captar la atención de tus jugadores y que éstos quieran seguir escuchándote. Si esto falla, el resto no servirá para nada. Descubre cómo son y sabrás cómo atrapar su atención. Para ello podemos usar este tipo de preguntas abiertas: ¿Qué cosas les preocupan? ¿Cuáles son sus metas? ¿Cómo les gusta ser tratados? ¿Por qué juegan a ese deporte? ¿Qué es lo que más les cuesta? ¿Qué se les da bien? ¿A quién admiran? ¿Cómo se sienten haciendo lo que les gusta? ¿Qué tipo de jugador les gustaría ser?
 
Imagínate que vas por la calle y alguien grita la palabra “persona”. ¿Te giras? Seguro que no. Si dice “joven” (suponiendo que lo seas) puede que te gires pero sigue siendo una palabra demasiado vaga para que te pudieras identificar con ella. Pero si escuchas que dice tu nombre (por ejemplo Marcos), puede ser otro “Marcos” pero casi seguro que te vas a girar.

Pues bien, en nuestro caso es igual. Cuanto más conozcas a tus jugadores, más probabilidades tendrás de captar su atención.

INTERÉS
Ya hemos atraído su atención. Ahora debemos trabajar para que se interese por aquello que queremos ofrecerle.

Una buena forma sería mediante preguntas que pongan de relieve algún pasaje futuro de riesgo. Por ejemplo: ¿Quieres seguir perdiendo años sin ganar nada? ¿Vas a dejar que pase el tiempo sin que mejores?  Lo que intentamos lograr es que los jugadores tomen una mayor conciencia de los problemas que afrontarían de no seguir lo que les ofreces.

Otra forma sería contándoles una historia que ilustre cómo los protagonistas de la historia finalmente consiguieron el resultado que deseaban gracias a tu forma de trabajar.

También puedes explicarles el estilo de vida que pueden conseguir gracias a tu trabajo. Por ejemplo: “imagínate sentirte satisfecho con tu trabajo, con el reconocimiento de la gente que te rodea, adquiriendo unos valores que puedas utilizar en tu vida fuera del deporte… ¿No te gustaría?”.

DESEO
El interés no es suficiente para que tus jugadores actúen y hagan cualquier cosa que tú les pidas. Es necesario que estén deseando vivenciar lo que les ofreces.

Para crear ese deseo, la transformación es el paso definitivo. Es decir, hacerles ver y que lo visualicen, que con tu propuesta van a pasar de la situación 1 (inicio de temporada) a la situación 2 (final de temporada) consiguiendo lo que desean.

Para ello les mostraremos los valores que tienen nuestra propuesta: “seremos un equipo fuerte, guerrero, luchador y que no se va a rendir nunca”. Les ofreceremos “bonus” (actividades extradeportivas que consideren premios) que complementen su trabajo: “si nos esforzamos al 100% cada día disfrutaremos de una salida de convivencia”. Les propondremos retos: “Hay que llegar a enero entre los cuatro primeros”. Les mostraremos nuestro plan B para que sean conscientes de que diferentes caminos nos pueden llevar a donde queremos y con ésto estén tranquilos y confiados en nuestra propuesta.

ACCIÓN
Después de captar la atención de tus jugadores, despertar en ellos interés por lo que les ofreces y generarles un auténtico deseo, solo te queda decirles lo que quieres que hagan, que compren tu “producto” y lo apliquen de forma práctica lo antes posible.

Para ello, a estas alturas, debes tener diseñado un plan de acción en el que tus jugadores vean los pasos a seguir, las etapas a superar, cuáles son las metas de proceso a alcanzar en el camino hacia el objetivo final.

Pónselo fácil. Sé creíble. Si tus jugadores no te creen ya puedes prometerles la Luna que nunca harán nada por ti. Sé realista y demuéstrales que tu promesa es cierta y que tú mereces su confianza.

Después de todo…

¿Te plantearías transmitir tu mensaje a través de las fases de la fórmula AIDA? ¿Crees que es efectiva? ¿Te haría mejorar como entrenador? ¿Qué daría a tu equipo el transmitir tu mensaje a través de esta fórmula?

Si pruebas tu experiencia con AIDA, me gustaría que compartieras tus impresiones dejando tu comentario.

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